En una asignatura llamada “Educación del movimiento” no
sabía lo que me iba a encontrar, el nombre me hacía pensar en unas clases como
las de nuestro querido Devís, prácticas, juegos y actividades que se van a
parecer a una futura clase de educación física que luego tendremos que dar.
No puedo acordarme de todo lo aprendido, es más, si me
preguntas algo del texto de Savater o de Frank sé que me costaría mucho
contestaros. Coincidiendo con los compañeros, el primer mes de asignatura
estábamos completamente a oscuras, hablabas con unos y con otros y ninguno
parecía saber el camino hacia la luz en ésta asignatura, la gente usaba el blog
para complacer al profesor y poco más, pero por mucho que intentáramos, nadie
sabía a dónde llegaríamos. Creo que el principal problema fue ése, pensar que
había que llegar a alguna parte y no centrarnos en el camino para hacerlo, pues
lo verdaderamente importante en la educación (cómo he reflexionado en mis
últimas entradas) es el proceso y no el resultado.
Poco a poco ésta tendencia fue cambiando, el tema siguiente
se relacionaba con el anterior y así sucesivamente, nos dábamos cuenta de que
lo que estábamos sumando día tras día iba a sernos útil, y de ahí el salto
cualitativo tanto en el ambiente en el aula, mucho más distendido pero con la
gente centrada en los temas de clase, aquellos que no se habían subido al
barco, se daban cuenta de que tenían que hacerlo cuanto antes y mostraban ahora
sí su interés; como también en los blogs, los cuales se rellenaban de
información, reflexiones y opiniones muy diversas que mucho tenían que ver con
lo visto en clase, te preocupabas con tu entrada por aprender tú mismo y hacer
aprender a otros.
Al pensar en lo asimilado, me vienen a la cabeza las
distintas concepciones del cuerpo, la ilustrativa exposición sobre la obesidad,
las teorías sobre la educación. ¿El movimiento es educativo? ¡Claro qué es
educativo!, me sé las ideologías, los principios éticos, el cambio (¡los 3
niveles de cambio! Si quieres te los digo, me los sé de memoria).
Muy aparte de todos estos conceptos teóricos, brota con
especial lucidez en mi cabeza todo aquello que hemos aprendido indirectamente,
es decir, durante el camino del aprendizaje, muchos quizá no se han dado
cuenta, pero hemos aprendido a hacer un blog (sí, yo no sabía), la forma de
relacionar conceptos de clase con nuestras aportaciones en entradas es una
parte muy importante de nuestro trabajo; hemos reído, nos hemos emocionado y
sobretodo nos hemos conocido unos a otros mucho más a través de actividades cómo
la exposición de murales o la puesta en común de los aspectos más destacados
del libro de Daniel Pennac.
Haciendo inciso en éste aspecto, es imposible olvidarme, y
creo que no lo haré en mucho tiempo, de la lectura de “Mal de Escuela”, además
de que es mi primer libro sobre temas educativos y me ha impactado la realidad
de sus historias (el haber vivido las mismas situaciones que describe como
alumno siempre te hace disfrutar más de la lectura) y me ha alumbrado el camino
para empezar a verme ya no sólo como aprendiz, sino como un educador en cada
una de las vivencias que nos relataba.
Volviendo a aquello que me ha aportado indirectamente la
asignatura, no me olvido de las diferentes formas de calificar y aprender, tan
interesante fue la evaluación de cada grupo a sus demás compañeros en las
exposiciones de murales como también la puesta en común en la que grupalmente
se escogía lo más interesante de un libro (y cómo no, había variedad). Pero sin
duda, aquella que más repercusión ha tenido entre nosotros fue la formación de
grupos de expertos para conceptualizar las ideologías y posteriormente la
división en grupos puzzle; ésta práctica nos ha enseñado a colaborar y a
implicarnos con nuestros compañeros, trabajar en equipo y nutrirnos unos de
otros para adquirir conocimiento, y ya sabemos el resultado en la prueba, fue
la pregunta mejor contestada, un halago que recibo ya que era el encargado de
transmitir la idea de “igualitarismo” en mi grupo, pero bien seguro estoy que
cualquiera de las demás ideologías hubiera sido explicada igual de bien.
En la caja de todo lo que he hecho para aprender, metería
dentro el esfuerzo de estar atento y siguiendo lo que se dicen en clase, ya que
escuchar bien es una gran cualidad con la que se puede aprender y muchísimo; en
las actividades y charlas he intentado hacerlo lo mejor posible al igual que
todo mi grupo; con respecto al seguimiento de la asignatura a través del blog,
sé que podría haber hecho más, que no he dado mi máximo, pero estoy contento de
cómo he conectado con esta forma de trabajar en la que, por este orden, he
leído, publicado y comentado cuando realmente tenía ganas de hacerlo y no por
mera obligación. Puedo decir que estoy orgulloso de las actualizaciones
publicadas porqué su dedicación me han costado. Tanto mis entradas como las de
mi compañero estaban centradas en ampliar la información de clase, enlazando a
artículos, imágenes o vídeos que posibilitaran una mejor comprensión del tema.
Quiero hacer ver, y con esto estoy de acuerdo con muchos
compañeros, que quizá no nos estamos dando cuenta, pero estamos haciendo
nuestros (y aplicando en nuestro día a día) una serie de principios de
procedimiento que son muy valiosos y la verdad es que nos sirven para ser mejor
persona, hemos evolucionado entonces a mejor a lo largo del cuatrimestre y eso
es lo que realmente importa. Ahora sé explicar el porqué de ésta asignatura y
ésta carrera en relación con la educación, y espero que en un futuro no muy
lejano, todos podamos poner en práctica lo aprendido, no sólo los conocimientos
teóricos, sino las vivencias y los procesos utilizados “durante” el
aprendizaje.
No sé el criterio exacto de avaluación, lo recomendable en
ésta asignatura seria quedarse cada uno con lo que ha aprendido sin darle un
valor u otro, aun así valorando cuantitativamente creo que sería injusto
recibir menos de un 6 y más de un 7; por lo que el 6,5 es la nota que he
elegido.